Shun / Yaoi / Super Junior / KyuChul / One-Short
Resumen: Para mi jamás fuiste un modelo a seguir, claramente éramos muy diferentes... pero eso ¿realmente importaba?
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Era increíble cuando podía doler la cabeza al beber tanto, ni siquiera entendía esa conexión, yo bebí y se supone que el liquido iba a mi estomago pero extrañamente subía a mi cabeza volviéndome inconciente en el momento y a la mañana siguiente un ser aturdido de dolor… jamás volvería a competir contra Kibum, el podía beber un barril si se lo proponía y en cierta forma ya estaba dándome miedo.
-¡Kyu, el desayuno esta listo!- Jamás en el tiempo que llevaba en el grupo la dulce vos de Sungmin me pareció mas molesta, su grito había causado punzadas en mi frente. Maldiciendo a cualquier sonido fuerte logre llegar a la mesa donde algunos chicos ya estaban comiendo, me dio gusto darme cuenta que no era el único afectado. Graciosamente Donghae estaba sobre Eunhyuk, ambos emitiendo gemidos lastimeros que fácilmente podrían ser malinterpretados, algo mas era ver a Kangin con rostro de perro enojado, mala señal, si el estaba agresivo mejor me sentaría del otro lado de la mesa, y así tome asiento junto al bueno de Ryeo que estaba pálido.
-y a ti… ¿Qué te paso?- mi vos sonó algo molesta, Shindong había comenzado a reír de que Donghae se encaramaba sobre Eun en poses pornográficas. Ryeo me miro algo extrañado por mi inusual mal humos y luego se puso de pie corriendo hacia el baño, eso debió dar por respondida mi pregunta.
-Una para ti Kyu, lo necesitas – Leeteuk hablo bajo dándome un par de pastillas, supuse era para el dolor de cabeza, sin pensarlo mucho me serví un poco de agua y me las tome al instante. Me quede sentado esperando a que Sungmin terminara de servir todo, cada conversación aumentaba el dolor y por ende el seño fruncido que tenia era comparable con el de una vecina amargada.
-¡Kyu! – Sungmin me llamó son un dulce grito que en cualquier otra instancia me hubiese encantado pero ahora… había terminado por matar lo bueno de mi.
-Aish, no grites – el movimiento ceso y aquellos que eran capaces de mirarme fijamente lo hicieron. Para que decir que Sungmin dejo un plato frente a mi y se sentó impresionado, era la primera ves que le hablaba así.
-Pero… si es como Heechul en versión menor… y más tierna –Shindong dio una mordida a su tostada mientras los otros asintieron – Kyu, escúchame y reacciona, Chul no es tu modelo a seguir, son demasiado diferentes – como si de telepatía se tratara Heechul entro al departamento haciendo alarde de toda su creatividad, con saludos estridentes. Se sentó junto a mí en el lugar que el perdido Ryeo dejo vacante. Suspire comiendo, tratando de canalizar la mayor tranquilidad posible, aislar mi mente con todos esos principios de las antiguas culturas, trate de relajarme… verdaderamente lo intente. La conversación que había entablado Heechul con quien fuera no me ayudaba en nada, el ligero desliz irregular de su vos me torturaba, haciendo alarde de lo respetuoso que era trate de llamarle.
-Hyung…Heechul Hyung – mal, me ignoraba de la forma en que solo el podía ignorar a alguien. Elevando la vos golpeo a Leeteuk que solo pudo reír divertido – ¿Podrías callarte solo un momento Heechul? – Clave la mirada en su rostro que rápidamente me enfrento, sin ningún tipo de expresión en el. Fastidiado por el silencio, que a pesar de ser aliviador me incomodaba, me puse de pie y me fui directo a mi habitación. Solo quería eso, poder dormir tranquilo. Me cubrí con las mantas y me relaje lo mas posible, extrañamente el alboroto de cada mañana se hacia menos intenso, solo podía escuchar murmullos a una considerable distancia
{ ……… }
Una suave presión sobre mi cuerpo me alejo de mi sueño, lleve una mano a mis ojos tallándolos con pereza, aliviado note que no quedaba rastro de malestar. Otra ves el peso sobre si me hacia presente, ahora acomodándose sobre mi vientre. Abrí pesadamente los ojos notando la habitación en penumbras y justamente sobre mí un delgado cuerpo observándome con lujuria.
-Hyung… -puso un dedo sobre mis labios callándome e indicándome con la cabeza al otro extremo de la habitación donde Ryeo dormía abrazado a un peluche de Yesung, un regalo de fans… pero el amaba ese peluche, que extraño. Volví de mi análisis al notar como mi hyung levantaba las mantas y nos cubría ambos con ella, claro esta, el quedo en la misma posición pero ahora el contacto era directo con mi piel, solía dormir solamente con un ligero pantalón - ¿Qué…Haces? ¿Heechul? –susurre, me sonrió de lado como solo el podía hacerlo. Pasó sus delgados dedos acariciando mi cuello, me ponía demasiado nervioso el hecho de que su mirada me penetrara, para mi era imposible sostenerla por lo que voltee el rostro hacia la interesante pared de color arena. Escuche una suave risa, su respiración podía sentirla cerca del cuello, donde anteriormente deambulaban sus dedos con suavidad ahora depositaba besos y caricias húmedas que me erizaron la piel. Me perdí un instante en sensaciones, luchaba internamente por no responderlas, aun que bien sabia que yo…
-Yo se que también quieres –un susurro ronco emitió junto a mi oído, permitiendo que su calido aliento me sensibilizara. Con la yema de los dedos acaricio mi pecho y soltó un suspiro que me pareció demasiado insinuante – y yo Kyu… quiero que lo hagas, una y otra vez – supe inmediatamente que me había sonrojado. Moví el rostro y nuestras miradas chocaron, Heechul tomo mis manos llevándolas a sus caderas y luego subiéndolas por la extensión de su cuerpo, de esa forma arrastrar su camiseta, termine por quitársela y volvió a guiar mis manos, esta ves en caricias. Para que decir que ya estaba fantaseando, pero… ¿Quién no? Tenía a Heechul ofreciéndose encima de mí mientras se mordía el labio, simplemente excitante. Inclinó su rostro muy cerca del mío, teniendo una mínima distancia entre nuestros labios – Hazlo – Susurro demandante, siendo obediente capture su boca en un beso hambriento, casi llegaba a lo desesperado. Logre sentarme un poco en la cama apoyando mi espalda en el respaldo de la misma, así Heechul quedaba perfectamente sentado sobre mis caderas, rodeando mi cuello con ansias. No tengo idea que me dio el impulso, pero torpemente guié mis dedos al pantalón de mi Hyung, logre desabrocharlo e introduje mi mano dentro de él – Kyu… - jadeo separándose un poco de mi, le sonreí e inmediatamente devolvió la sonrisa – me gusta… tu sonrisa de chico malo- su vos sonaba irregular, tanto como su respiración que ahora golpeaba en mi cuello. No tengo idea de cómo, pero logre quitarle el pantalón incómodamente. Me pregunte como Ryeo no había despertado con todo el sonido provocado, pero ya me preocupara de eso mas tarde.
-Heechul –con un movimiento de cabeza de indique hacia abajo, el simplemente sonrió con autosuficiencia sin moverse –…por favor… -soné un poco patético pidiendo atención pero creo que eso era lo que esperaba, acatando mis señales deslizo inquietamente las manos, con facilidad quito el obstáculo que era el pantalón, tomo mi miembro entre sus manos… pronto estuvo dentro de su boca. Una presión en el pecho me obligaba a respirar con fuerza, sentía los músculos tensarse placenteramente. Inconciente de ello comencé a gemir, me mordí el labio tratando de reprimir aquellos liberadores sonidos. Casi, estaba apunto de venirme en la boca de Heechul, no se como pero se alejo antes de que eso ocurriera. Me miro divertido, creo que admirando la devastación que causó en mí. Lo tome de la nuca besándolo con más ansias que antes, había despertado un ánimo inusual que no desaprovecharía.
-¿Por qué quieres ir tan rápido pequeño?- Susurro contra mis labios, estoy seguro que estaba sonriendo. Con malicia rozó su intimidad con la mía, mi control y cordura estaban perdidos. Me permití que mi hyung me guiara, que me enseñara como tocarlo, como acariciar cara parte de el, me pase un tiempo deleitándome con la suavidad de su piel y la gracia de sus brazos. Pero yo no podía contenerme, no ahora que todo ese juego había despertado nuevamente mi masculinidad.
-…Hyung, no puedo mas…- deje libre esa declaración que fue recibida con una sonrisa cómplice, acompañada de sus manos inquietas que estaba perdidas en alguna parte. Luego sus labios en mi oído, dándome una corriente eléctrica
-No quiero que esperes, ni me hagas esperar- Esa fue una diminuta llave, no hizo falta nada mas para tomar con firmeza sus caderas, y luego de una corta preparación, penetrarlo. Sentí que llegue hasta lo mas profundo en Heechul, en ciertas extrañas palabras me sentí dueño de el, que en ese momento no existía un hyung ni nada parecido. Su pecho friccionando al mío con cada nueva penetración presente, aquellos quejidos que su delicada boca trataba de reprimir, sonaban mas excitantes de esa forma golpeando mi sensible piel. No entendía de donde sacaba la fuerza, pues bien notaba que mis ojos se cerraban por si solos, me era imposible mantenerlos abiertos, peor aun los cerré fuertemente ante la culminación de toda mi euforia. Termine en el interior de Heechul, pero el no parecía molesto por eso, sin nada mas me guió a recostarme, el quedo sobre mi regulando su respirar. Finalmente me miro y acaricio mi mejilla y labios – Duerme un poco – asentí entregándome al agotamiento que sentía, a las exigencias de mi cuerpo cansado.
{ ……… }
-¡No es verdad! –Desperté de un sobresalto, esa sin duda era la vos de Donghae. Me removí en la cama estirando mis músculos, extrañamente el pantalón del pijama estaba completamente enredado en mis piernas, me di el tiempo de arreglarlo antes de sentarme en la cama notando la oscuridad de la habitación, al otro lado de la misma Ryeowook durmiendo mientras abrazaba un peluche con la forma de Yesung. Yo en mi cama solo… sin Heechul. Me golpee la frente sintiéndome idiota, como fui siquiera capaz de soñar una cosa de ese tipo con uno de mis compañeros de grupo, con Heechul, un hyung. Realmente me sentí como un pervertido, pero… se sintió tan real. Inconscientemente lleve una mano a mis labios y busque por mi cuerpo alguna huella del acto pero nada, me tocaba resignarme a un muy bien elaborado sueño. Me puse de pie y camine como perdido hasta la cocina, tenia muchísima sed.
-Deberías ponerte algo mas de ropa- Leeteuk estaba allí, justamente lo decía por que solo llevaba el pantalón del pijama, pero tenía planeado volver a acostarme así que no era muy importante, se lo hice notar con una corta señal de mi mano. Me serví jugo en un vaso bastante grande- ¿Wookie sigue durmiendo? –Asentí sin mirarlo realmente –Creo que esa pastilla para dormir que le dio Heechul fue muy fuerte – Mire mi vaso y trague con fuerza el liquido, sentí un dolor en la garganta pero nada se comparaba con el repentino frío que sentí en mi desnuda columna al escuchar aquello. Heechul entro forzosamente a la cocina después de, al parecer, ser empujado por alguno de los chicos, miró molesto a sus espaldas y luego a los dos que ocupábamos la cocina.
-Oye, ve y controla a tus hijos – apunto a Leeteuk con esa expresión demandante que generalmente usaba al impartir una orden – Donghae esta que se tira por el balcón y Shindong no deja de molestarlo por que lo encontró sentado sobre Eunhyuk… -Leeteuk suspiro y negó con la cabeza como una madre que asume la conducta de sus hijos- Kangin va a golpearlos por que no lo dejan ver televisión – Leeteuk se puso de pie y salio de allí con pasos firmes.
-Perdona por lo de… antes hyung- Heechul me miro buscando algo en especial en mis palabras, finalmente asintió sentándose en la mesa con una expresión cansada –No quería ser insolente, realmente discúlpame – termine de beber todo el contenido del vaso dejándolo en el lava platos y me dirigí a la puerta listo para llegar nuevamente a mi cama y dormir mil años si así pudiera.
-No tan rápido – el brazo de Heechul avanzo por mi costado empujando la puerta y poniéndole un seguro. Creo que durante un segundo me falto el aire, me encontré frente a una puerta cerrada y a mis espaldas el cuerpo de Heechul demasiado cercano al mío. Sentí la palma de su mano contra mi pecho y lentamente descendiendo al borde de mi pantalón, su mentón reposando sobre mi hombro- ¿Sabes? El verte así nuevamente me despertó un apetito inmenso – Me gire dudando si lo que escuche fue realmente correcto, una concreta respuesta a mi duda fue el ser empujado contra la pared y atacado por besos y caricias.
-¡Kyu, el desayuno esta listo!- Jamás en el tiempo que llevaba en el grupo la dulce vos de Sungmin me pareció mas molesta, su grito había causado punzadas en mi frente. Maldiciendo a cualquier sonido fuerte logre llegar a la mesa donde algunos chicos ya estaban comiendo, me dio gusto darme cuenta que no era el único afectado. Graciosamente Donghae estaba sobre Eunhyuk, ambos emitiendo gemidos lastimeros que fácilmente podrían ser malinterpretados, algo mas era ver a Kangin con rostro de perro enojado, mala señal, si el estaba agresivo mejor me sentaría del otro lado de la mesa, y así tome asiento junto al bueno de Ryeo que estaba pálido.
-y a ti… ¿Qué te paso?- mi vos sonó algo molesta, Shindong había comenzado a reír de que Donghae se encaramaba sobre Eun en poses pornográficas. Ryeo me miro algo extrañado por mi inusual mal humos y luego se puso de pie corriendo hacia el baño, eso debió dar por respondida mi pregunta.
-Una para ti Kyu, lo necesitas – Leeteuk hablo bajo dándome un par de pastillas, supuse era para el dolor de cabeza, sin pensarlo mucho me serví un poco de agua y me las tome al instante. Me quede sentado esperando a que Sungmin terminara de servir todo, cada conversación aumentaba el dolor y por ende el seño fruncido que tenia era comparable con el de una vecina amargada.
-¡Kyu! – Sungmin me llamó son un dulce grito que en cualquier otra instancia me hubiese encantado pero ahora… había terminado por matar lo bueno de mi.
-Aish, no grites – el movimiento ceso y aquellos que eran capaces de mirarme fijamente lo hicieron. Para que decir que Sungmin dejo un plato frente a mi y se sentó impresionado, era la primera ves que le hablaba así.
-Pero… si es como Heechul en versión menor… y más tierna –Shindong dio una mordida a su tostada mientras los otros asintieron – Kyu, escúchame y reacciona, Chul no es tu modelo a seguir, son demasiado diferentes – como si de telepatía se tratara Heechul entro al departamento haciendo alarde de toda su creatividad, con saludos estridentes. Se sentó junto a mí en el lugar que el perdido Ryeo dejo vacante. Suspire comiendo, tratando de canalizar la mayor tranquilidad posible, aislar mi mente con todos esos principios de las antiguas culturas, trate de relajarme… verdaderamente lo intente. La conversación que había entablado Heechul con quien fuera no me ayudaba en nada, el ligero desliz irregular de su vos me torturaba, haciendo alarde de lo respetuoso que era trate de llamarle.
-Hyung…Heechul Hyung – mal, me ignoraba de la forma en que solo el podía ignorar a alguien. Elevando la vos golpeo a Leeteuk que solo pudo reír divertido – ¿Podrías callarte solo un momento Heechul? – Clave la mirada en su rostro que rápidamente me enfrento, sin ningún tipo de expresión en el. Fastidiado por el silencio, que a pesar de ser aliviador me incomodaba, me puse de pie y me fui directo a mi habitación. Solo quería eso, poder dormir tranquilo. Me cubrí con las mantas y me relaje lo mas posible, extrañamente el alboroto de cada mañana se hacia menos intenso, solo podía escuchar murmullos a una considerable distancia
{ ……… }
Una suave presión sobre mi cuerpo me alejo de mi sueño, lleve una mano a mis ojos tallándolos con pereza, aliviado note que no quedaba rastro de malestar. Otra ves el peso sobre si me hacia presente, ahora acomodándose sobre mi vientre. Abrí pesadamente los ojos notando la habitación en penumbras y justamente sobre mí un delgado cuerpo observándome con lujuria.
-Hyung… -puso un dedo sobre mis labios callándome e indicándome con la cabeza al otro extremo de la habitación donde Ryeo dormía abrazado a un peluche de Yesung, un regalo de fans… pero el amaba ese peluche, que extraño. Volví de mi análisis al notar como mi hyung levantaba las mantas y nos cubría ambos con ella, claro esta, el quedo en la misma posición pero ahora el contacto era directo con mi piel, solía dormir solamente con un ligero pantalón - ¿Qué…Haces? ¿Heechul? –susurre, me sonrió de lado como solo el podía hacerlo. Pasó sus delgados dedos acariciando mi cuello, me ponía demasiado nervioso el hecho de que su mirada me penetrara, para mi era imposible sostenerla por lo que voltee el rostro hacia la interesante pared de color arena. Escuche una suave risa, su respiración podía sentirla cerca del cuello, donde anteriormente deambulaban sus dedos con suavidad ahora depositaba besos y caricias húmedas que me erizaron la piel. Me perdí un instante en sensaciones, luchaba internamente por no responderlas, aun que bien sabia que yo…
-Yo se que también quieres –un susurro ronco emitió junto a mi oído, permitiendo que su calido aliento me sensibilizara. Con la yema de los dedos acaricio mi pecho y soltó un suspiro que me pareció demasiado insinuante – y yo Kyu… quiero que lo hagas, una y otra vez – supe inmediatamente que me había sonrojado. Moví el rostro y nuestras miradas chocaron, Heechul tomo mis manos llevándolas a sus caderas y luego subiéndolas por la extensión de su cuerpo, de esa forma arrastrar su camiseta, termine por quitársela y volvió a guiar mis manos, esta ves en caricias. Para que decir que ya estaba fantaseando, pero… ¿Quién no? Tenía a Heechul ofreciéndose encima de mí mientras se mordía el labio, simplemente excitante. Inclinó su rostro muy cerca del mío, teniendo una mínima distancia entre nuestros labios – Hazlo – Susurro demandante, siendo obediente capture su boca en un beso hambriento, casi llegaba a lo desesperado. Logre sentarme un poco en la cama apoyando mi espalda en el respaldo de la misma, así Heechul quedaba perfectamente sentado sobre mis caderas, rodeando mi cuello con ansias. No tengo idea que me dio el impulso, pero torpemente guié mis dedos al pantalón de mi Hyung, logre desabrocharlo e introduje mi mano dentro de él – Kyu… - jadeo separándose un poco de mi, le sonreí e inmediatamente devolvió la sonrisa – me gusta… tu sonrisa de chico malo- su vos sonaba irregular, tanto como su respiración que ahora golpeaba en mi cuello. No tengo idea de cómo, pero logre quitarle el pantalón incómodamente. Me pregunte como Ryeo no había despertado con todo el sonido provocado, pero ya me preocupara de eso mas tarde.
-Heechul –con un movimiento de cabeza de indique hacia abajo, el simplemente sonrió con autosuficiencia sin moverse –…por favor… -soné un poco patético pidiendo atención pero creo que eso era lo que esperaba, acatando mis señales deslizo inquietamente las manos, con facilidad quito el obstáculo que era el pantalón, tomo mi miembro entre sus manos… pronto estuvo dentro de su boca. Una presión en el pecho me obligaba a respirar con fuerza, sentía los músculos tensarse placenteramente. Inconciente de ello comencé a gemir, me mordí el labio tratando de reprimir aquellos liberadores sonidos. Casi, estaba apunto de venirme en la boca de Heechul, no se como pero se alejo antes de que eso ocurriera. Me miro divertido, creo que admirando la devastación que causó en mí. Lo tome de la nuca besándolo con más ansias que antes, había despertado un ánimo inusual que no desaprovecharía.
-¿Por qué quieres ir tan rápido pequeño?- Susurro contra mis labios, estoy seguro que estaba sonriendo. Con malicia rozó su intimidad con la mía, mi control y cordura estaban perdidos. Me permití que mi hyung me guiara, que me enseñara como tocarlo, como acariciar cara parte de el, me pase un tiempo deleitándome con la suavidad de su piel y la gracia de sus brazos. Pero yo no podía contenerme, no ahora que todo ese juego había despertado nuevamente mi masculinidad.
-…Hyung, no puedo mas…- deje libre esa declaración que fue recibida con una sonrisa cómplice, acompañada de sus manos inquietas que estaba perdidas en alguna parte. Luego sus labios en mi oído, dándome una corriente eléctrica
-No quiero que esperes, ni me hagas esperar- Esa fue una diminuta llave, no hizo falta nada mas para tomar con firmeza sus caderas, y luego de una corta preparación, penetrarlo. Sentí que llegue hasta lo mas profundo en Heechul, en ciertas extrañas palabras me sentí dueño de el, que en ese momento no existía un hyung ni nada parecido. Su pecho friccionando al mío con cada nueva penetración presente, aquellos quejidos que su delicada boca trataba de reprimir, sonaban mas excitantes de esa forma golpeando mi sensible piel. No entendía de donde sacaba la fuerza, pues bien notaba que mis ojos se cerraban por si solos, me era imposible mantenerlos abiertos, peor aun los cerré fuertemente ante la culminación de toda mi euforia. Termine en el interior de Heechul, pero el no parecía molesto por eso, sin nada mas me guió a recostarme, el quedo sobre mi regulando su respirar. Finalmente me miro y acaricio mi mejilla y labios – Duerme un poco – asentí entregándome al agotamiento que sentía, a las exigencias de mi cuerpo cansado.
{ ……… }
-¡No es verdad! –Desperté de un sobresalto, esa sin duda era la vos de Donghae. Me removí en la cama estirando mis músculos, extrañamente el pantalón del pijama estaba completamente enredado en mis piernas, me di el tiempo de arreglarlo antes de sentarme en la cama notando la oscuridad de la habitación, al otro lado de la misma Ryeowook durmiendo mientras abrazaba un peluche con la forma de Yesung. Yo en mi cama solo… sin Heechul. Me golpee la frente sintiéndome idiota, como fui siquiera capaz de soñar una cosa de ese tipo con uno de mis compañeros de grupo, con Heechul, un hyung. Realmente me sentí como un pervertido, pero… se sintió tan real. Inconscientemente lleve una mano a mis labios y busque por mi cuerpo alguna huella del acto pero nada, me tocaba resignarme a un muy bien elaborado sueño. Me puse de pie y camine como perdido hasta la cocina, tenia muchísima sed.
-Deberías ponerte algo mas de ropa- Leeteuk estaba allí, justamente lo decía por que solo llevaba el pantalón del pijama, pero tenía planeado volver a acostarme así que no era muy importante, se lo hice notar con una corta señal de mi mano. Me serví jugo en un vaso bastante grande- ¿Wookie sigue durmiendo? –Asentí sin mirarlo realmente –Creo que esa pastilla para dormir que le dio Heechul fue muy fuerte – Mire mi vaso y trague con fuerza el liquido, sentí un dolor en la garganta pero nada se comparaba con el repentino frío que sentí en mi desnuda columna al escuchar aquello. Heechul entro forzosamente a la cocina después de, al parecer, ser empujado por alguno de los chicos, miró molesto a sus espaldas y luego a los dos que ocupábamos la cocina.
-Oye, ve y controla a tus hijos – apunto a Leeteuk con esa expresión demandante que generalmente usaba al impartir una orden – Donghae esta que se tira por el balcón y Shindong no deja de molestarlo por que lo encontró sentado sobre Eunhyuk… -Leeteuk suspiro y negó con la cabeza como una madre que asume la conducta de sus hijos- Kangin va a golpearlos por que no lo dejan ver televisión – Leeteuk se puso de pie y salio de allí con pasos firmes.
-Perdona por lo de… antes hyung- Heechul me miro buscando algo en especial en mis palabras, finalmente asintió sentándose en la mesa con una expresión cansada –No quería ser insolente, realmente discúlpame – termine de beber todo el contenido del vaso dejándolo en el lava platos y me dirigí a la puerta listo para llegar nuevamente a mi cama y dormir mil años si así pudiera.
-No tan rápido – el brazo de Heechul avanzo por mi costado empujando la puerta y poniéndole un seguro. Creo que durante un segundo me falto el aire, me encontré frente a una puerta cerrada y a mis espaldas el cuerpo de Heechul demasiado cercano al mío. Sentí la palma de su mano contra mi pecho y lentamente descendiendo al borde de mi pantalón, su mentón reposando sobre mi hombro- ¿Sabes? El verte así nuevamente me despertó un apetito inmenso – Me gire dudando si lo que escuche fue realmente correcto, una concreta respuesta a mi duda fue el ser empujado contra la pared y atacado por besos y caricias.